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Radar COVID: la aplicación de rastreo del Gobierno de España
Desde la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, han puesto a disposición de la ciudadanía una aplicación para rastrear la expansión del COVID-19 entre la población. La aplicación fue puesta a prueba en La Gomera, donde aseguran tuvo resultados positivos. Apoyada con los rastreadores del Gobierno y los datos oficiales, ayuda a controlar la expansión de la pandemia.
Esta aplicación está operativa desde el 10 de agosto y puede descargarse en la tienda móvil de cualquier teléfono buscando las palabras “Radar COVID”. Aunque la aplicación esté operativa y se pueda descargar, que los datos se crucen y empiece a funcionar, depende de las Administraciones de cada Comunidad Autónoma. Según los datos del Gobierno de España se estima que a mediados de septiembre llegará a toda España.
Características de la aplicación
Como imaginareis, es una aplicación gratuita, y cuenta con las garantías del Ministerio de Sanidad. Por otra parte, también hay que resaltar que es voluntaria, los ciudadanos independientemente de estar infectados o no, no tienen la obligación de descargarla. Tampoco, aunque la descarguemos, y la usemos, no existe la obligación de comunicar que hayamos dado positivo.
Es cada ciudadano quien introduce los datos y decide si la usa y cómo la usa. Al ser el usuario el que introduce los datos, podría existir una cierta preocupación por los falsos positivos, explicamos cómo se controla más adelante.
Si te cuestionas sobre la efectividad de la aplicación, se calcula que para que la aplicación sea efectiva, al menos un 60% de la población debería descargarla. Aunque no se cumpla con esta cifra, desde el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) aseguran que con porcentajes menores también ayudará a controlar la trasmisión del virus.
Funcionamiento de la aplicación Rastreo COVID
El funcionamiento es el siguiente: cuando dos teléfonos están a una distancia inferior de dos metros, al menos durante 15 minutos, a través de sus bluetooth (la aplicación exige que el bluetooth esté siempre activo) se intercambiarán ficheros que se guardarán en sus móviles durante 14 días.
A los pacientes que den positivo por COVID-19, el médico que les haga la prueba les suministrará un código alfanumérico aleatorio. Una vez el ciudadano infectado con COVID-19 tenga este número, lo puede introducir en la aplicación y los usuarios que hayan tenido contacto con esta persona contagiada, recibirán una alerta.
Este número es para evitar algunos de los falsos positivos de los que hablábamos antes, solo una persona que se ha sometido a una PCR y esta ha dado positiva recibirá el número, sin este número nadie puede declararse infectado sin estarlo.
Otros falsos positivos pueden ser, cuando dos móviles por lo que sea estén cerca, pero sus usuarios no tengan contacto uno con otro, por ejemplo, trabajadores que usan barreras y las medidas de protección pertinentes. Puede llegarles la alerta de que han estado en contacto con un positivo, pero al tener todas las medidas de precaución, la distancia necesaria, e incluso estar al aire libre, no tiene por qué estar contagiado. Además, hay que tener en cuenta el margen de error del bluetooth.
No se considerarán falsos positivos puesto que un mensaje de alerta que se ha estado cerca de un positivo es un indicador que se ha corrido un riesgo, debe de valorarse las personas con las que se ha estado en contacto, analizar lo movimientos que cada uno ha hecho, ejerciendo la responsabilidad ciudadana y ponerse en contacto con el equipo médico para realizar una prueba PCR.
La privacidad de los datos
Queremos empezar este apartado sentenciando que como bien sabréis, con una aplicación móvil es casi imposible garantizar la total privacidad de los datos. Aunque existen unos protocolos que hacen que se acerque más a lo que consideramos protección de datos.
Se ha optado por un protocolo descentralizado. Los usuarios son anonimizados, no se les puede identificar, los códigos son aleatorios y temporales, y no se geolocaliza. Por eso se usa tecnología bluetooth y no GPS. En el caso de que un infectado se dé de alta, a los que han estado en contacto con él se les mandará una alerta, pero no se identificará a la persona.
Que no se la identifique, no significa que en algunos casos no se pueda identificar. En el caso de personas que acuden a trabajar con varias personas, también se mueven en transporte público, va al supermercado y otros entornos en los que hay muchos cruces de datos y de personas, es más difícil identificar a los contagiados. Pero en los casos de personas que frecuenten grupos más reducidos, si les llega la alerta a todos los miembros de un grupo se debe confiar en la ética de los ciudadanos. Hay que recordar que hay que hacer un uso responsable de la información y tener en cuenta que todos somos susceptibles a contagiarse.
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